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Surgentes y la Cooperativa Unidos San Agustín Convive en articulación con el Plan Pueblo a Pueblo

Pueblo a Pueblo es un plan que articula a un número aproximado de 140 productoras y productores campesinos de 9 estados del país (Trujillo, Yaracuy, Cojedes, Portuguesa, Miranda, La Guaira, Lara, Barinas, Guárico), que cuentan con unidades de producción pequeñas y medianas, en su mayoría familiares; y a más de 30 comunidades organizadas en colectivos, cooperativas, comunas, consejos comunales, y consejos campesinos de 5 estados (Lara, Aragua, Carabobo, Trujillo y Yaracuy) y Distrito Capital. El objetivo del plan es impulsar e integrar los procesos que componen la cadena productiva (producción, distribución y consumo) a través de prácticas alternativas a las lógicas del mercado capitalista, y de la construcción de una nueva forma de relacionamiento entre el pueblo del campo y el pueblo de la ciudad.
La producción es planificada según las necesidades de consumo de rubros estratégicos que coadyuven a la seguridad alimentaria en el país, e incorpora esfuerzos que van desde garantizar el acceso a la semilla hasta la instalación de biofábricas de insumos.
Tanto el rescate y reproducción de semillas como la instalación de biofábricas de insumos, han permitido mantener los procesos productivos a través de esfuerzos autogestionarios, al mismo tiempo que avanzar en un modelo agrícola de no dependencia, y de agricultura agroecológica en consonancia con los principios del ecosocialismo.
La distribución se realiza con base en las necesidades de las comunidades organizadas y a través de una estructura de costos transparente que permite garantizar la sostenibilidad del Plan, en tanto lxs productorxs reciben un ingreso que les permite reponer sus costos de producción y satisfacer sus necesidades materiales; y a la comunidad organizada acceder a alimentos de buena calidad con un ahorro importante respecto a los precios del mercado capitalista.
Para fortalecer los procesos de distribución, en el horizonte está la necesidad de construir alacenas comunales que permitan que los alimentos estén en manos del pueblo, y no de los intermediarios que acaparan y encarecen la comida.
El consumo está orientado, por un lado, a garantizar una dieta balanceada, con la incorporación de diferentes verduras y hortalizas con alto nivel nutricional, y por el otro, servir como medio para promover la organización de lxs consumidorxs, planificar el consumo con base en las necesidades, y establecer una nueva relación campo ciudad.
La organización popular, la formación y el acompañamiento permanente, constituyen las columnas vertebrales que sostienen este esfuerzo productivo.

En tiempos de normalidad el Plan funciona de la siguiente manera: Por el lado de la escalera del campo, lxs campesinxs se organizan a través de Redplas (Red de productores libres y asociados), cooperativas, comunas, etc., y planifican la producción, teniendo como principales objetivos las necesidades de consumo internas y de las comunidades con quienes se articulan. Se reúnen todos los martes para recibir la solicitud de alimentos de las comunidades que entrarán en la jornada de distribución de esa semana, e informan qué alimentos y en cuántas cantidades pueden aportar para la distribución, actualizan la estructura de costos en caso de ser necesario, y a partir del miércoles, un equipo operativo inicia el recorrido para recolectar la producción ofrecida. Todos los alimentos llegan a un centro de acopio en el estado Lara, y desde allí se arman los pedidos de cada comunidad y se distribuyen en cada territorio.
Por el lado de la escalera de la ciudad, las comunidades, también a partir de diversas formas organizativas como consejos comunales, comunas, cooperativas, colectivos, movimientos, etc., construyen una metodología de trabajo para desarrollar las jornadas de distribución en sus comunidades, que al mismo tiempo que garantiza alimentos más baratos que en el mercado capitalista, contribuye a fortalecer la organización popular. Luego de realizada la distribución, cada comunidad realiza el pago de la factura, a más tardar el martes siguiente a la jornada. El pago oportuno a lxs productorxs campesinxs es uno de los principios fundamentales sobre los que construimos la relación de confianza entre campo y ciudad.
Ante la coyuntura generada por la pandemia del coronavirus, el Plan Pueblo a Pueblo ha respondido manteniendo y aumentado la producción y distribución de alimentos, pero bajo nuevas modalidades organizativas, que nos han permitido continuar y profundizar los procesos de construcción que vienen en marcha, al mismo tiempo que salvaguardar la vida e integridad de quienes estamos luchando.
Desde la declaratoria de cuarentena, hace 15 días, se han distribuido 12.394 kilos de alimentos, a través de 19 puntos de abastecimiento popular, alimentando a un aproximado de 2065 familias, sin salir de su comunidad y facilitando el cumplimiento de la cuarentena.
Así mismo, gracias al convenio entre el Plan Pueblo a Pueblo y la Corporación Nacional de Alimentación Escolar CENAE, del Ministerio del Poder Popular para la Educación, y la Corporación Única de Servicios Productivos y Alimentarios – CUSPAL, del Ministerio del Poder Popular para la Alimentación, en 88 escuelas se viene garantizando el consumo de 54.743 kilos de verduras, frutas y hortalizas para la atención de 21.600 niñxs y población más vulnerable del punto y círculo de cada una de esas instituciones educativas.

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